QUINTA SEMANA
EVOLUCIÓN Y ACTUALES PERSPECTIVAS DE LA ECOLOGÍA URBANA
A diferencia de lo que se puede pensar la ecología urbana no
es una ciencia reciente. Sus orígenes se remontan a 1925, cuando un grupo de
investigadores del Departamento de Sociología de la Universidad de Chicago,
EE.UU., conocidos como “La Escuela de Chicago”, sentaron las bases de una
investigación original en el campo de la sociología urbana traspasando los
principios de la ecología animal y vegetal al estudio del ambiente humano de la
ciudad (Bettini, 1998). Los sociólogos de Chicago definieron ecología urbana
como “el estudio de las relaciones entre las personas y su ambiente urbano”
(Park et al, 1925), constituyendo un hito fundamental en la conformación del
concepto y desarrollo de la disciplina.
Los conceptos prestados de la ecología de plantas y animales
para el estudio de las comunidades humanas implicó que la ecología humana, y en
especial la urbana, fuera interpretada
como el estudio de los factores bióticos que influencian la organización social
y distribución espacial de grupos humanos (Lawrence, 2003). Actualmente este
enfoque está superado, ya que el traspaso simple de los conceptos ecológicos,
como por ejemplo competición, invasión y sucesión, al sistema urbano, es errado
para explicar un proceso mucho más complejo y multi-dimensional como el social.
ECOLOGÍA DE LA CIUDAD
BALANCE BIOGEOFÍSICO DE LA CIUDAD:
Una de las primeras publicaciones sobre la energética urbana
corresponde a la realizada por Patrick Geddes en 1915 (Terradas, 2001).
Posteriormente, Odum (1963) comparó una ciudad americana hipotética de 1 millón
de habitantes con una densidad de 11,2 habitantes/acre con un ecosistema
lacustre, de tamaño comparable, de moderada fertilidad: concluyó que ambos
requieren una gran cuenca hidrográfica, pero la enorme entrada de energía
requerida para soportar las actividades urbanas no tiene contraparte en el
sistema lacustre. En 1965 el autor Wolman usó el término “metabolismo urbano”,
para cuantificar los flujos de energía y materiales dentro y fuera de una
hipotética ciudad americana (Wolman, 1965). Mientras que Douglas (1983) proporcionó
una ecuación formal para medir el balance de energía urbana, balance hídrico y
balance de materia que sirven para medir el metabolismo en la ciudad.
La UNESCO en 1970, lanzó el Programa Intergubernamental
Hombre y Biosfera (MAB), donde desarrolló una aproximación ecosistémica para abordar
el estudio de las áreas urbanas, con el objeto de ayudar a los planificadores
en las decisiones de interdependencia entre sistemas urbanos y ambientes
(Alberti, 1996). En esta línea Boyden (1977), Newcomb (1978), Kneese y Bower
(1979) han usado esta aproximación para estudiar varias ciudades.
Un concepto ligado al balance biogeofísico, es el de emergía
(energía necesaria para realizar una actividad), propuesto por Odum (1966), y
también utilizado por Brown y Ulgiati (1999) para estudiar la economía humana.
EFECTOS ECOLÓGICOS DE LOS PATRONES URBANOS
Una forma de estudiar la ecología de la ciudad, es a partir
de una integración de la aproximación clásica ecológica con las ciencias
físicas y sociales, a través del estudio de patrones espaciales urbanos. Los
conceptos básicos de esta nueva teoría son considerar a los ecosistemas urbanos
como sistemas dinámicos, conectados y abiertos. Tradicionalmente, el estudio de
la morfología y evolución de las ciudades ha sido extensamente estudiado por
geógrafos, economistas y cientistas sociales, a través del estudio de modelos y
patrones de crecimiento.
Algunos hitos históricos
importantes son: el modelo clásico de Von Thünen (1825) que explica los usos de
suelo agrario en función de una ciudad central; Burgess (1925), propone la
teoría de las zonas concéntricas, conformada
por anillos de diferentes usos de suelo con un CBD al centro; Christaller
(1933), propone un modelo de localización jerárquica de firmas en base a
patrones geográficos de localización; Hoyt (1939), plantea la teoría del
sector, patrones de zonas concéntricas modificados por redes de transporte;
Lösch (1954), presenta un modelo de localización de mercados y recursos; Alonso
(1960), modifica el anterior, proponiendo un modelo de elección de localización
de hogares; y en la década de los 60, surge la teoría de núcleos múltiples,
conformada por varios centros con actividades de uso de suelo especializadas (Luck
y Wu, 2002).
EFECTOS DE LA URBANIZACIÓN EN EL PAISAJE
Este campo de análisis ha sido dominio preferente de
planificadores y arquitectos del paisaje (Pickett et al, 2001). Una de las
primeras obras que alertaron sobre el valor de incorporar el conocimiento de
los aspectos ecológicos y naturales en los usuales criterios de ingeniería,
económicos y sociales para planificar la ciudad, fue la obra “Design with
Nature” (McHarg, 1969). En la aproximación de McHarg, se cotejan riesgos
ambientales y amenidades de diferentes tipos, como capas separadas de información,
constituyendo una presagio de la actual tecnología de los SIG (Pickett et al,
2001). Una aproximación más explícita es
la de Spirn (1984), quien examinó como los procesos naturales se insertan en la
ciudad, y como la interacción entre el ambiente construido y procesos naturales
afecta la economía, salud y comunidad humana, en un barrio de Filadelfia,
EE.UU.
En Alemania ha sido ampliamente desarrollado un programa
nacional de mapeo de biotopos en ciudades (Sukopp, 1990; Werner, 1999), que
incluye descripción de la flora y fauna como clave para identificar tipos de
hábitats que son significativos para: (1) la protección de recursos naturales,
(2) calidad de vida, y (3) sentido de pertenencia e identidad con el lugar (Werner,
1999). En la ciudad de Meinz se ha mapeado la distribución de flora y fauna, fenómenos
naturales, y actividades recreacionales dentro de los biotopos (Frey, 1998). Brady
et al. (1979), estudió un gradiente de hábitats, de los más naturales a los más
artificiales, en construcciones emplazadas sobre distintos tipos
vegetacionales. Dorney (1977) usó una aproximación similar, en un continuum
urbano-rural, desde una perspectiva de la planificación, identificando seis
zonas representativas: distrito central de negocios (CBD), antiguas
subdivisiones, nuevas subdivisiones, zonas urbanas construidas, margen urbano y
rural. Cada zona fue caracterizada por tres componentes o subsistemas: historia
cultural, características abióticas, y aspectos bióticos.
MEMORIA DESCRIPTIVA
SEXTA SEMANA
Patrones Geométricos y Orgánicos


La proporción aparece en toda la naturaleza por ejemplo al crecer una flor sus petados crecen en una forma simétrica bien compartidos sin remontarse, o en las manzanas al partirlas por la mitad es completamente pareja por donde se vea.
MEMORIA DESCRIPTIVA
Abstracción Templos Antiguos

http://www.20minutos.es/noticia/1722409/0/cordero-extremeno/pasado/romano/

http://www.viajesyturistas.com/de-ruta-por-las-ciudades-mas-destacadas-de-la-antigua-urss/

http://www.viaje-a-china.com/viajes-china/vac-26/

http://www.minivagos.com/las-10-ciudades-antiguas-mas-impresionantes-del-mundo/

http://www.guiaviajesa.com/atenas-grecia-la-belleza-de-una-ciudad-antigua/
Flujo De Circulación
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